domingo, 1 de mayo de 2016

Viñarock 2016, de vuelta estamos

El viernes no recibió la lluvia, el viento y el frío. La zona de acampada se ha trasladado al otro lado de la calle, y es más amplia pero se convirtió en un auténtico barrizal. Llegar al coche o volver al concierto era una auténtica odisea en el fango; afortunadamente no llevábamos idea de montar tienda, ni movimos el coche. Se hubiera quedado atrapado en el lodo.

Esa noche lluvia y viento helado, a pesar de la chaqueta y de haber comprado impermeables (hubo quien se hizo de oro vendiéndolos), costaba resistir y escuchamos la mayoría de los conciertos bajo las carpas. Luego ya mientras dormíamos terminó de caer agua a auténticos cubazos. Amaneció una gélida mañana, aunque el Sol nos dio un respiro. La noche me recordó las de mi Granada natal, una escarcha que te calaba los huesos. Decía una vecina de Villarrobledo que "la gente de la fiesta" unos años se quema y otros se ahoga, y recordaba una vez que flotaban las tiendas sobre el agua, y otro en que los bomberos remojaron la zona de acampada para aliviar el calor.

El cartel, que no estaba cerrado cuando compramos las entradas, muy flojo. En ningún momento sentí estar en el Viña. Para colmo, Kutxi Romero que había cancelado su gira acústica pero no los festivales, no aparecía en la programación final, y era mi principal motivo para ir este año.

Pero bueno, Desakato y Saurom fantásticos como siempre, el ambiente pacífico y festivo y el objetivo de desconectar del estrés conseguido.